
El último episodio de Ataque a los Titanes (Attack on Titan o Shingeki no Kyojin) ha supuesto un giro de 180º en la relación entre los hermanos Jaeger. Con lo que nos ha contado el anime hasta el momento, sabemos que finalmente Eren desaprueba el plan de eutanasia orquestado por su hermano Zeke. No obstante, el hermano mayor se percata de la oposición del pequeño y actúa antes de que pueda paralizar sus planes. Lo que todavía no conocemos aquellos que no hemos caído en la tentación de leer el manga es qué pasará entre ellos al final.
La historia creada por Hajime Isayama nos presenta un enfrentamiento continuo entre estos dos hermanos a los que su padre crio de forma totalmente distinta. Pero Eren y Zeke son los últimos en apuntarse a una lista bastante larga de hermanos enfrentados que han repetido un arquetipo cultural durante siglos y siglos.
Caín y Abel
El primer ejemplo de fratricidio (o asesinato de un hermano hacia otro) lo conocemos todos y está en el Génesis. Los hijos de Adán y Eva, a los que correspondía presentar sacrificios a Dios, entraron en una disputa cuando el demiurgo prefirió las ofrendas de Abel. La historia bíblica siempre nos ha contado que Caín, el primogénito, mató a su hermano por celos, pero nunca ha planteado la culpabilidad de Dios, quien les obligó a competir por agradarle desde un primer momento.

Numerosos escritores (Herman Hesse, José Saramago o Miguel de Unamuno) han dedicado obras a estos dos hermanos, y en muchas de ellas se presenta una perspectiva de Caín mucho más comprensiva y realista. En este poema de Baudelaire, presente en sus Flores del mal (1857), vemos una narración del mito completamente distinta.
I Raza de Abel, traga y dormita; Dios te sonríe complacido Raza de Caín, en el fango Cae y miserablemente muere. Raza de Abel, tu sacrificio ¡Le huele bien al Serafín! Raza de Caín, tu suplicio ¿Tendrá un final alguna vez? Raza de Abel, mira tus siembras y tus rebaños prosperar; Raza de Caín, tus entrañas Aúllan hambrientas como un can. Raza de Abel, caldea tu vientre Junto a la lumbre patriarcal; Raza de Caín, en tu antro, Pobre chacal, ¡tiembla de frío! Raza de Abel, ¡ama y pulula! Tu oro también produce hijos; Raza de Caín, corazón ígneo, Cuídate de esos apetitos. Raza de Abel, creces y engordas ¡Como chinche en la madera! Raza de Caín, por los caminos, Lleva a tu gente temerosa. II ¡Ah, raza de Abel, tu carroña Abonará el humeante suelo! Raza de Caín, tu tarea Todavía no la cumpliste; Raza de Abel, mira tu oprobio: ¡El chuzo al hierro venció! Raza de Caín, sube al cielo, ¡Y arroja a Dios sobre la tierra!
Eteocles y Polinices
En Las fenicias, tragedia de Eurípides, se resuelve uno de los principales problemas que componen la trama del ciclo tebano. En este caso, Eteocles y Polinices son los dos hijos varones de Edipo, a los que su padre maldice con disputarse el reino de Tebas por la vía de las armas después de ser encarcelado. Para evitar esta maldición, deciden turnarse el gobierno, de manera que el año que toque gobernar a uno de ellos el otro permanecerá fuera de la ciudad. El problema viene cuando Eteocles decide no respetar el trato y no ceder su turno a Polinices, al que no le queda otra que marchar hacia otro país a comenzar de cero en la ciudad Argos. Desde el exilio, el honor le lleva a juntar un ejército para asediar Tebas y recuperarla para sí. Esta guerra termina con un enfrentamiento entre los dos hermanos en el que ambos mueren.

Más allá de las consecuencias que esto tenga en el destino de la ciudad, lo interesante es cómo funciona aquí el arquetipo, puesto que en este caso no hay ningún ganador y los dos son víctimas de la maldición con la que fue concebida su familia. Desde esta obra, empezamos a ver cómo la literatura antigua comienza a dar bastante protagonismo al fratricidio y a recalcar la fuerza que tiene dentro del mito.
Rómulo y Remo
Otra de las historias sumamente conocidas es la de los gemelos que fundaron Roma. Todo el mundo sabe que fueron amamantados por una loba, ya que en casi todas las ciudades del mundo encontramos una escultura de esta escena de la mitología.
Pero lo que no es tan conocido es el destino que les aguardaba a estos dos hermanos una vez fueran mayores. Según esta leyenda, la ciudad tiene su origen en el Monte Palatino, elegido por Rómulo después de ganar a Remo en un concurso y arrebatarle la posibilidad de fundarla en el Aventino y llamarla Remoria. La polémica que realmente plantea esta historia es que Rómulo trazara los límites de su ciudad alrededor del Palatino y ordenara no cruzarlos a nadie durante las ceremonias, ni siquiera a su hermano.

Es por esta razón que Remo decidió desafiarle y traspasar las fronteras, lo que desembocó en una pelea en la que fue el perdedor. Las heridas que le causó Rómulo en este enfrentamiento le valieron la muerte días después. A pesar del conflicto, el superviviente decidió honrar a su hermano enterrándolo en el lugar donde en un primer momento quiso fundar Remoria, para finalmente fundar Roma en torno al año 753 a.C.
Lo que nos enseña esta versión, sobre todo, es que los conflictos entre hermanos aparecen en la etapa adulta, como reflejo de los problemas que pudieran desarrollarse en la infancia. En la mayor parte de los casos, la envidia y los celos son los principales móviles que llevan a los hermanos a declararse una enemistad que no podría comprenderse si tan solo se tratara de amigos o de personas que no formaran parte de la misma familia.
Thor y Loki
Aunque la hayamos presenciado en las películas de MCU, lo cierto es que la enemistad entre Thor y Loki ya existía en las primeras narraciones de la antigua mitología nórdica. En ellas, existe un elemento diferenciador importante: Loki no era un hermano adoptivo de Thor procedente de la tierra de los gigantes, sino que había nacido en el seno de estos últimos y más tarde se había marchado a Asgard, donde realmente entablaría una relación de hermanos de sangre con Odín. Más allá de eso, el pique entre ambos sí que era real, y se demostraba en continuas ocasiones, como el pasaje en el que Loki cortaba los cabellos de Sif, la esposa de Thor.
En las películas que todos conocemos, las ansias de ostentar el trono llevan a Loki a hacer imposible la vida de su hermano y a traicionarle en repetidas ocasiones. Conocido por clavar el puñal en la espalda a sus enemigos, el dios del engaño ha sufrido una muy leve evolución en las películas de Marvel. No obstante, la serie que Disney + sacó el año pasado nos ofrece una imagen mucho más profunda de este antihéroe, pero tendremos que esperar hasta la segunda temporada para conocer el futuro que le depara.
Hamlet y Claudio
Otra de las famosas tragedias entre hermanos de la literatura universal es la de Hamlet. En la obra de Shakespeare, el trono es de nuevo el motivo de discordia entre dos hermanos que, en otras circunstancias, habrían podido tener una buenísima relación.
Al poco tiempo de comenzar la obra, conocemos que Claudio asesinó a su hermano con veneno para poder ser rey, y lo sabemos al ver al fantasma de Hamlet padre aparecer y narrarlo en un monólogo. Shakespeare trata el fratricidio de forma diferente, puesto que el fantasma del hermano caído se levanta de entre los muertos para vengarse de los vivos a través de su hijo. El peso que recae sobre el príncipe Hamlet, protagonista de la obra, es el de restablecer el orden natural de las cosas y recuperar un trono que es suyo.
Se trata de un nuevo enfoque que desvía el protagonismo de los hermanos y se lo otorga a una nueva generación que tiene el deber de hacer las cosas bien. Quizás por eso, Disney escogió esta obra para versionarla en El Rey León.
Sasuke e Itachi Uchiha
Naruto ya se ha convertido en un clásico del que se puede lanzar spoilers sin temor a herir sensibilidades. Por eso, creo que no pasa nada por contar el desenlace de una de sus tramas principales. El odio que Sasuke profesa a su hermano Itachi lo vemos desde los primeros capítulos y no se termina de resolver hasta mediados del Shippuden. Si para Naruto crecer como ninja tiene como fin convertirse en Hokage, para Sasuke su leit motiv es el de asesinar a su hermano con sus propias manos.

La primera versión de los hechos cuenta que Itachi asesinó a todo su clan y huyó de la villa de Konoha para ser un forastero. Más tarde, esa historia parece corroborarse con su aparición como miembro de la organización criminal Akatsuki. El día que Sasuke tiene la oportunidad de enfrentarse a él, no le tiembla el pulso y termina consiguiendo lo que se había propuesto. El encuentro que tiene más tarde con Tobi le abre las puertas a conocer la historia real. Cuando se entera de que su hermano mayor tan solo fue una marioneta de la organización Anbu para impedir un golpe de estado en la villa, su nuevo propósito es el de acabar con el principal responsable de dar la orden de asesinar a los Uchiha, el anciano Hokage Danzo.
La heroicidad catártica de Itachi nos recuerda bastante a la historia de Severus Snape, que permaneció como un mártir y como doble espía para preservar la estabilidad del mundo mágico. En Naruto, la historia de los dos hermanos es el ejemplo por antonomasia de la voluntad de fuego, el sentimiento de pertenencia y honor que lleva a los shinobi de la Hoja a defender su nación por encima de todas las cosas.
Stephan y Damon Salvatore

Crónicas vampíricas no es una serie para todos los gustos ni para todas las edades. En mi caso, los restos de quinceañera romanticona que me quedaban me animaron a terminarme la serie y sé que en parte fue por los hermanos Salvatore. Condenados a amar a la misma mujer, por la que se convirtieron en vampiros, la mayor parte de su longeva vida la pasan peleados.
En este caso, podemos ver cómo el arquetipo ha evolucionado y las causas de la discordia pasan de tener que ver con el poder al amor. Primero con Katherine, y más tarde con Elena, la serie nos muestra que la mujer es la razón de que dos hermanos se encuentren enemistados durante décadas. Si lo piensas, en realidad resulta bastante creepy que dos hermanos se enamoren de la misma chica y esta a su vez de ellos, formando una especie de trieja que trae por añadido el ingrediente de la eternidad. Pero el caso es que, aun así, nos gustaba.
Newton y Theseus Scamander
Otro ejemplo de rivalidad entre hermanos por el amor de una mujer es el de los Scamander. Aunque en la trama de Animales Fantásticos asistimos al enamoramiento entre Newt y Tina, en la segunda entrega se entrevieron los sentimientos que Leta Lestrange podría sentir hacia él, aunque se encontrara en una relación con su hermano Theseus. De hecho, en los foros de potterheads todavía se sigue debatiendo sobre un «te amo» que se perdió entre las llamas del cementerio de Montparnasse.

Como hemos ido analizando los casos de enemistad entre hermanos por orden cronológico, el lector habrá podido notar cierta evolución en la forma que la literatura (o el cine, o el anime) ha tenido de tratar este arquetipo cultural. Sería muy interesante analizar hasta qué punto la gente puede llegar a sentirse identificada con este tipo de historias. Por eso, no es mala idea lanzar una pregunta al aire como esta: ¿la lucha entre hermanos es un buen ejemplo de que el arte imita a la vida en muchos casos?